jueves, 14 de octubre de 2010

UN MIERCOLES DE DICIEMBRE 2DA PARTE

Ella con ropa que se podría tachar de casual, pero no fue vestida por el azar, no, no. El azul de su ropa hacía verla como alguien casual e intrigante a la vez. Con su pelo suelto, el cual no podríamos de tildar de descarado, sino más de ligero y cómodo, con su forma quebradiza haciéndolo tan único. Su boca al parecer había sido engañada al principio, pues a la primera reacción de ellos al verse fue simplemente un beso en la mejilla, créanme quería algo más. Para mi sorpresa y después de darle vueltas a ese beso, vi que eso solamente enunciaba el principio y comienzo de lo que cambiaría mi vida. Mi presente y mi futuro jamás volverían a ser el mismo. Pero permitame seguir describiendo a esta singular criaturita, sus mejillas eran rosadas, sus pómulos pequeños, sus labios llenos de sinceridad y su frente anunciando unos ojos por demás maravillosos, llenos de vida y ventanas de su alma tan única y sorprendente. Su altura se podría decir que era promedio. Su cuerpo bien delineado por su ropa, que solo evidenciaba una cosa; la belleza de una mujer.

Yo al ver semejante mujer, quería abrazarla, pero no era mi momento, era de él. Y ella le correspondía con una simple mirada. Él no se podría decir que era un hombre típico, aunque si podríamos decir que era intrigante e interesante porque con una simple palabra suya, ella se ría. Él un varón de cuerpo esbelto, ojos de color, nariz un poco chata, labios pequeños y pelo de difícil aprecio.

Mientras caía la noche, sus ojos cayeron como el día y la vieron, creando una paz, una calma, una tranquilidad, una paciencia y después sus ojos se entrelazaron y gracias a ese contacto visual parecio que el mundo se paralizaba, sólo para observar ese momento, pero no fue así. El mundo no se paro, solamente yo me detuve a observar. Ese día aprendía a observar.

Me percate del intercambio de miradas. Miradas piadosas, picaras, seductoras, atractivas y cautivadoras, llenas de un tinte de encanto. Esos cuatro ojos solamente reflejaban una cosa; el alma tan autentica de los dos. Ahora se porque dicen que “los ojos son las ventanas del alma”.

Después empezaron a caminar, empecé a seguirlos y con mi destreza para pasar desapercibido -porque no le he imprimido magia a mi vida, y siempre he sido uno más, he pasado fuera de la percepción de la gente- pude seguirlos toda la tarde, no me importo los demás los seguía tenía que verlo con mis propios ojos. Se separaron de repente compraron boletos para el cine, al parecer tenían tiempo, dieron unas vueltas por ahí y después se sentaron y se comieron une helado que al parecer para ellos era tan arbitrario como “el ir a tomar una taza de café”. Se colocaron junto a un pilar de la heladería, tomaron sus asientos, era una mesa para dos con sillas tipo periqueras. Y en eso…

ESTA HISTORIA CONTINUARA

Agregame en facebook y twiter ...También si necesitas ayudas contactame, juntos podemos encontrar una solución

Este tipo de entradas TE permiten ser UN CORAZÓN LIBRE
así que unete a la comunidad


1 comentario:

Anónimo dijo...

me gusta como describes las cosas!!!!! :) vamos por la tercera parte!!! N.A