El buen italiano Umberto Eco siempre ha tenido una cosa clara, para que exista algo tiene que existir su contra. Lo feo necesita de lo bello para vivir y viceversa. Esto último es una ley universal llamada “unidad y lucha de contrarios”.
En dicha ley se hace referencia a “unidad”, pues tiene que haber una adhesión, cohesión, y una atracción de una parte con su anti-ente, provocando de cierta manera la funcionalidad de la misma, es decir no existe nada sin su contrario. Eso que se llama unidad solo hacer ver que se necesita de la contraparte para que exista una cosa. Es como bueno y malo, para que exista lo benévolo tiene que existir lo malo, ya que bueno es aquella inclinación a favor de la naturaleza donde se prevalece la misma, es decir es bueno mimar a un niño, eso es innegable, demostrando de esta manera que lo bueno por sí sólo es bueno, no necesita del ser humano para que sea o deje de ser. Por otra parte, tenemos lo malo que es la carencia de bien. Entonces evaluando la definición de malo vemos que necesitamos la definición de bueno, así mismo necesitaremos de lo malo para definir la ausencia de algo que va en contra de la naturaleza benévola de las cosas.
Después tenemos en esta ley la palabra “lucha”, esto hace referencia a una ente de carácter biológico y físico, comprendiéndose de esta manera que son los elementos fisiológicos y biológicos los que forman las cosas y lo seres vivos. También esto se debe a que las partículas subatómicas y el mundo físico están en constante movimiento para atraer los polos. Un polo negativo atrae a un positivo y viceversa. Esto tipo de atracción se debe a que la naturaleza de lo que es negativo o positivo son la misma, su constitución gravitacional es igual de manera que se atraen.
Umberto Eco en su libro la “historia de la fealdad” menciona en unos de sus capítulos que lleva por nombre “la fealdad de lo bello” que lo feo es “feo” porque lo bello así lo de mérita, así mismo se aplica igual razonamiento con lo bello. Esto da un carácter de belleza a lo feo, por ejemplo en el libro del italiano, él hace referencia a una gárgola que por sí sola es fea, pero que al apreciarla en una fachada de una iglesia hace verse bella. El retablo de dicho monumento también tiene simetría en sus muros, colores hermosos, una puerta chula de bonito, pero la lucha de la gárgola se denota cuando lo bello esta ahí mismo en su conjunto con lo feo –formando una unidad-, pues esta figura esta en contra de lo bello por sus propiedades fisiológicas, formando de esta manera algo bello a la vista.
Espero haber dejado claro esta ley. Ahora para ¿qué sirve esto en mi vida? Es muy sencillo, para apreciar el ser feliz tuvimos que ser infelices, para apreciar lo bueno tuvimos que a ver pasado por lo malo y para haber apreciado el placer tuvimos que haber pasado por el dolor. Y en este último me quiero detener.
La vida es algo maravilloso, que esta pasando en este momento, no mañana, no ayer, sino en este mismo instante y lugar. El dolor es un sentimiento por el cual tenemos que pasar, llenarse de dolor es totalmente humano, válido y sano, llorar es muestra de ello, esta acción hace ver que no las estamos pasando muy bien y muestra de que tenemos que deshacernos de dicho dolor. Últimamente me he topado con gente que dice: yo me he mostrado más fuerte, veo que llora mis hermanos, mis papas, etc., pero yo no, yo tengo que ser fuerte, no tengo que llorar, mi fortaleza debe ser integra. Este accionar me lleva a una sola pregunta retórica en ¿qué momento de la historia el llorar se ha convertido símbolo de debilidad? Es más débil aquel que no llora cuando debe llorar y es porque oculta cosas, que en un cierto momento de su vida, esa falta de lágrimas cobrara factura y de una manera bruta lo llevarán a destrozarse lentamente. El fuerte es aquel que llora cuando lo siente, ríe cuando es chistoso algo, en fin, es aquel que le nacen los sentimientos y los demuestra. No aquel que los reprime.
Las cosas nos tienen que doler, no todo puede ser alegría en la vida. Tenemos que pasar por el dolor, para conocer el placer. Y vuelvo a recalcar el dolor es natural, el sufrir es opcional. Así que cuando sientas dolor llénate de ese sentimiento, siéntelo, vívelo, y después déjalo pasar. Eso provocara vivacidad, júbilo y una mayor luminosidad en tu vida.
Para terminar quiero hacer hincapié, y retomando el tema, encontrar la sabiduría de la ley de la unidad y lucha de contrarios nos hará unas personas más habidas y comprensibles de lo que nos pasa, porque lo que no pasa nos tenía que pasar, y por lo regular nosotros somos culpables de lo que nos pasa, salvo una que otra vez. Entonces entender las etapas de la vida y sus contrarios, la cuales tenemos que pasar, solamente provocara una sola cosa: una mayor plenitud.
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