miércoles, 19 de enero de 2011

Confía

En el tema anterior se habló sobre la entrega, y surgió una pregunta en un comentario, diciendo: “qué hay cuando se traiciona esa confianza una vez que tu entregaste todo. Pues no es tan fácil volver a creer en alguien”. Esta personita tiene toda la boca llena de razón, no es fácil volver a confiar cuando se entrego todo, pero tampoco es imposible. La realidad es que existen en el planeta tierra muy pocas personas de las cuales se pueden confiar, suena cruel pero es la verdad. Independientemente uno debe confiar por sanidad mental, pues si no estaríamos cuidándonos del mundo.

La confianza es algo que se trabaja, como quien dice se siembra y se cosecha, en una constante labor cotidiana que se puede echar a perder en cuestión de segundos. Confiar no es sencillo, es una tarea de tamaños épicos pero siempre valdrá la pena intentarlo. Existe gente de la cual puedes confiar casi desde que la conoces, porque su mirada, su carácter o otras cosas imprimen esa sensación de confianza.

Desafortunadamente, cuando pierdes la confianza en una persona importante en tu vida, crees que la mayoría son así, te vuelves frágil y te pones una careta para no confiar. Sin embargo, la confianza es necesaria para cualquier tarea de la vida. Por ejemplo, en tu trabajo tienes la oficina de que alguien limpie, necesitas confiar en la persona que va a limpiar para que tú encuentres todo como debe ser, para realizar tus labores al pie de la letra. También confiamos en cosas, como en el clima, nuestra casa o nuestra iglesia por mencionar algunas.

La manera en que confiamos en las personas, siempre va a ser un reflejo de nosotros; y es el cómo confiamos en nosotros mismos. Debemos de tenernos confianza para emprender cualquier tarea, si alguien te echo a perder esa confianza significa que tu confianza estaba sin fundamento y era efímera.

Cuando en alguien que confías te traiciona o decepciona, es difícil que vuelvas a confiar en las personas. Si un hombre al que le entregaste todo, no responde de la manera que tú quieras, aquí abría que analizar si realmente es la manera en que tú piensas debe responder o es la que debe ser, y si es la última tienes que ver que te provoco y que sensaciones pasaron por tu cuerpo déjalo fluir y supéralo, porque menciono esto, porque a veces queremos que fulanito o perenganito reaccione de cierta manera y reacciona como él piensa, el hecho de hacerlo a su manera puede ser para él una manera de operar y no de defraudar, entonces siempre hay que analizar ese detalle con detenimiento para ver si debió o no reaccionar de cierta manera.

La raíz de la confianza esta en nosotros, aunque muchas veces confiar no es una tarea fácil, ni si quiera en nosotros mismos, es aun más difícil en terceros. Puesto que en la primera solamente depende de nuestra persona y la segunda es una relación de dos. Sin embargo, el hecho de confiar en la contraparte, ya sea amigo, amiga, amante, esposa, esposo, novio o novia, es algo que se nos tiene que dar de manera natural. El confiar es como el árbol y el aire. El árbol sabe que habrá aire para poder existir, y el viento sabe que existirá un árbol para darle sentido a su existir. Eso es confianza, permitirle a la contraparte ser el testigo de nuestra vida, para que nuestra vida nunca pase desapercibida, pues ella o él será testigo de tu caminar.



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1 comentario:

Sandra dijo...

Migo te amooo! Gracias a ti x siempre estar pendiente y complaciente de tus lectores; ademas de darte a la tarea de compartir esos sabios consejos....