domingo, 16 de enero de 2011

Obstáculos amorísticos

No sé si será semana o los primeros días del año pero en estos días en las comidas laborales el tema del amor ha sido algo debatible, de interés común y sobre todo integrante para cualquiera. Son múltiples las tesis de las personas sobre este tema, sin embargo fácilmente llegamos a la conclusión de que enamorarse es algo de otro planeta y demasiado difícil.

El amar es algo complejo. La tarea consta de todo nuestro ser, lo complicado o lo sencillo cada quien lo hace. Creo fielmente, que cualquiera se puede enamorar con facilidad. El problema esta en un tópico esencial para cualquier relación; la confianza.

La empresa amorística se convierte en imposible cuando no confiamos. Si lo vemos fríamente, la matriz de este problema casi siempre o por lo regular esta en nosotros mismos. Como hemos de confiar en otro, sino somos capaces de confiar en nuestra humanidad. Cuando una persona no confía en sí, y la contra parte confía tanto en sí misma como en la otra parte, así que la primera pondrá “n” cantidad de obstáculos para impedir el enamoramiento, pues tiene miedo de perder.

Yo me rehusó a pensar que enamorarse sea una labor compleja. Cuando uno confía como el árbol confía en el aire, como el pájaro confía en el árbol y como el pájaro confía en la tierra. Todo está en armonía. Aunque nunca es recomendable enamorarse con baja autoestima, pero pasa, siempre el darnos una oportunidad no tiene nada que ver con la autoestima, pues es algo que tiene que ver con la decisión de la persona.

El darnos una oportunidad cuesta mucho, no es trabajo sencillo, pero puede provocar lo mejor que nos puede pasar: enamorarse. Como dice el buen dicho: el mejor estado del hombre es estar enamorado. Porque cuando estamos así todo sale bien, estamos en armonía con la naturaleza, con el trabajo diario y hasta con las demás personas. Eso se debe a que el enamoramiento siempre va a demostrar que podemos ser mejores personas, pues nos esforzamos para hacerlo, ya sea para una etapa del enamoramiento o para seguir con el enamorada o enamorada, según sea el caso.

El hecho de que la otra persona o nosotros mismos pongamos obstáculos es una llamada ferviente y un grito desesperado aullando una necesidad de amor y a la vez nos está diciendo que no está preparada para recibirlo. Sin lugar a dudar esto nos lleva a citar otra frase: “la personas más difíciles de amar, son las que más lo necesitan”.

Ahora si estas en la situación de intentar amar a alguien y el se rehúsa tiene dos opciones: tener paciencia y hacerle ver que eres la persona indicada o buscar a alguien que no se rehusé y que esté dispuesto a entregarse sin fronteras. Cabe aclarar que siempre es bueno preguntarle a la otra persona si estás dispuesto amar, eso nos daría muchas respuestas y un punto de partida o final. Pero si tú eres el que pone el obstáculo, si es por tus objetivos, es válido pero recuerda que no todo en la vida es alcanzar algo, siempre hay que vivirla al máximo. Aunque si el obstáculo lo pones por miedo a enamorarte no lo hagas, créeme la contraparte tiene las mismas posibilidades de perder. Independientemente de la situación de la que encuentras nunca olvides que el amor siempre nos salvara.

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1 comentario:

SANDRA dijo...

Ok va, hay qdarse la oportunidad de abrirse al amor, pero que hay cuando se traiciona esa confianza una vez q tu entregaste todo?? Pues no es tan facil volver a creer en alguien amiwo!! Buen post y ya lo xtrañaba =)